El último día de clase
tuvimos la oportunidad de presentar los trabajos sobre el póster
realizado en base a una tendencia educativa, en el caso de mi grupo
la educación no formal.
La presentación no fue
nada parecida a lo que estamos acostumbrados, y ¡Gracias! Ya estamos
un poco cansados de esas presentaciones en las que se habla, se
habla, y en realidad muy pocos están verdaderamente pendientes de lo
que dices. Una gran mayoría tiene su mirada puesta en el portátil o
en el móvil.
Pero la presentación del
pasado Martes, fue la más activa y entretenida que habíamos hecho
hasta ahora. Consistió en separarnos por grupos diferentes a los de
trabajo, y caminábamos por la clase viendo los pósters. Una vez
detenidos en un póster, aquel del grupo que hubiera trabajado en él
exponía al resto del pequeño grupo su trabajo, de manera cercana.
Como si se tratará de una conversación en un café.
Un pequeño grupo de
alumnos hablando sobre educación, exponiendo ideas, debatiendo, pero
sobre todo aprendiendo de manera cercana. De esas maneras, en las que
estás relajado y sobre todo feliz.
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